Si alguna vez te has persignado antes de abrir tu equipaje, es que has sufrido esa paradoja en la que el interior de tu maleta está en perfecto estado o bañada en gel o crema, y el alcance del drama es cuestión de anticipación e inteligencia.
Cada vez más alojamientos vacacionales disponen de pequeñas dosis de gel y champú para los/las olvidadizos/as, los/las de la cofradía del puño cerrado, y también para los/las que deciden evitar el estrés de viajar con líquidos dentro de la maleta. Sin embargo, peor que consumir productos envasados en plásticos desechables, es consumir productos envasados en plástico o con él, que no se van a usar más de cuatro veces. Y no, los sobrecitos de gel y champú no se pueden reciclar y en ellos se desperdicia papel, aluminio y plástico, porque igual que en los tetabricks, sus componentes son indivisibles para su reciclado, ¡entérese ya hasta el vecino del décimo! De todas formas no pienses sólo en el fin de ese plástico sino también en su origen: PE-TRÓ-LEO.
Comprar gel, champú o crema corporal en el destino también evitaría la temida maleta de Schrödinger, pero es probable que te sobre producto al final del viaje, y te tengas que enfrentar a la maleta de Schrödinger de vuelta, a no ser que se los des a alguien, o te los mandes por correo… despilfarrar tóxicos, no se contempla.
Si eres un temerario/a llevarás contigo tus botes de gel/champú/crema en una bolsa estanca, en el mejor de los casos, y si eres un insensato/a los pondrás entre el equipaje como un pollito recién nacido obviando que acabará siendo un nugget. La mayoría de las bolsas estancas no son de fiar y tampoco mola mucho tener que limpiarla al llegar o acabar por frotartela en la ducha.
Todo lo anterior aplica a todo tipo de maletas, pero además si son de mano, al estrés de la maleta de Schrödinger se suma el de las limitaciones de los controles de los aeropuertos, aunque de verdad, no sufras, lo peor que te puede pasar es que te tiren los botes a la basura y te los tengas que comprar en el destino; si quieres llorar con razón piensa en la cantidad de deshecho y desperdicio que has generado en un momentito.
¿Y si te dijera que no tienes que pasar por nada de esto cada vez que viajas? Hola, estás en el blog de laola… ata cabos. Sí, los jabones en pastilla, los champús sólidos y las mantecas corporales (sin agua), ¡son la solución a la maleta de Schrödinger! ¡Problema de primer mundo resuelto! Ahora, si te preocupa un poquito el medio ambiente, que sepas que con los sólidos también estarás reduciendo la ingente cantidad de residuos plásticos generados por la higiene personal, y “extra bonus”, si son de laola, todo lo que se va con ellos por el sumidero de tu casa, del camping, el chalet o el hotel es totalmente respetuoso con los ecosistemas terrestres y acuáticos ¿cómo te quedas?
Veinte manos alzadas preguntan “¿cómo llevar los sólidos?” Los puedes envolver una vez secos o poco húmedos en un trozo de tela normal o encerada, también meterlos en un bote de aceitunas (lavado), una cajita metálica, de madera o plástico, de esas que estorban más que aportan. He dicho plástico, ¡claro! Con tal de que no la compres para esto, vale. En serio, imaginación al poder, si ya has llevado botes bomba, esto es un paseo.
¡Y el potencial de los sólidos no acaba aquí! Llévatelos en el bolso porque nunca está de más una piedra de alumbre natural o un Deep Serenity; y quien sabe si un jabón de algas, un champú N°5, una manteca corporal y un stick solar te van a sacar de un apuro o convertirte en el rey o la reina de la aventura. A la playa y la piscina mejor llévalos en un bote y protégelos lo máximo que puedas del sol directo, pero no dejes de aplicarte acondicionador para mantener tan hidratado el cabello, como protegida tu piel con los protectores solares minerales. (Todo este párrafo se lo dedicamos a nuestro amado SEO).
Viajar es un placer y está en tu mano que lo siga siendo. Verás que por paz mental o por ecologismo, vas a amar tus hábitos sostenibles.